Historia

El oro siempre ha fascinado a la gente. La producción de pan de oro auténtico tiene un pasado sorprendentemente rico. Las tradiciones más antiguas proceden de la India. Desde allí, el arte llegó al mundo occidental a través de los pueblos culturales del sudeste asiático. En la antigua Roma había incluso gremios especiales de batidores de oro. El manuscrito Theophilius, del siglo XII, describe los fundamentos de la producción, válidos hasta la década de 1950.
Hacia 1400, los batidores de oro aparecieron en Alemania como artesanos independientes. Más tarde, se establecieron herrerías de oro en Viena, París, Londres, Birmingham y también en Norteamérica. Sin embargo, el pan de oro extranjero no pudo imponerse. Con el tiempo, la producción de pan de oro se concentró en las ciudades de Núremberg, Fürth y Schwabach.

En el siglo XIX, el 70% de la población de Schwabach trabajaba en este oficio. De este modo, Schwabach se convirtió en la «ciudad batidora de oro».